Tenía planeado hablarles sobre el rol del posproductor y su
vital importancia en una película. Pero me he percatado que este podría ser mi
último aporte al blog. Así que he decidido compartirles mi ranking de películas
favoritas, de las cuáles no solo van a disfrutar un buen rato, pero también
podrán explotar su contenido y aprender más sobre esta increíble profesión.
Sin más preámbulo, aquí tienen mi regalo, con mucho cariño,
para ustedes.
Grand Hotel Budapest
Si congelaran varios fotogramas de la película y las imprimieran en una gigantografía, tranquilamente podrían crear una exposición fotográfica sobre el balance y desbalance. Sí, la fotografía en la última película de Wes Anderson es el detalle más cuidadoso y trabajado que he visto en los últimos años. Los encuadres están compuestos como si se trataran de una pintura.
No propongo que todas las películas deban tener una
cinematografía igual, a fin de cuentas, es cuestión de la visión del director,
pero sí deben cuidar este elemento primordial en un largometraje.
Sobre las actuaciones, solo diré que si las escenografías nos
remiten a una figura cuadrada, estas también adquieren una característica
similar. Se trata de una comedia muy inteligente en estos tiempos modernos.
The Godfather II
Debo advertir que, para ver esta secuela, es importante (por
razones sobreentendidas) ver la precuela. Por cuestiones de comprensión, cada
detalle en esta trilogía, porque existe también una tercera parte (no tan increíble
como sus antecesoras), son primordiales para entender y engancharse con la
historia.
La película narra dos historias en paralelo: El conflicto que
tiene Michael Corleone, jefe de la familia mafiosa más importante en Nueva
York, por averiguar quién intentó asesinarlo. Además de narrarse la biografía
de Vito Corleone, padre de Michael que comenzó como un niño llegado desde
Italia hasta EEUU para escaparse de un grupo de matones que acabaron con la
vida de su familia.
Todo en esta secuela es impecable. Ya sea las actuaciones, la
historia bien narrada y equilibrada sin que ninguno de los dos protagonistas se
quiten la importancia. The Godfather II es un ejemplo de cómo una segunda parte
aporta a una historia y no se limita a repetir los mismo patrones que convirtió
a su predecesora en un éxito.
A History of Violence
Tom Stall es un ciudadano ejemplar, padre amoroso y esposo
responsable que vive una vida pacífica en un pueblo pequeño. Cuando unos
ladrones intenten robar el restaurante en el que trabaja, este los asesinará en
defensa propia. Tom se convierte en un héroe, hasta que la mafia de Filadelfia
asegure que es Joey Cusack, un ex matón que trabajó para ellos y ahora quieren
venganza. ¿Es Tom Stall quien dice que es? ¿O hay algún secreto que no haya
revelado?
Esta es la premisa del largometraje de David Cronenberg.
Adaptado de una novela gráfica (con muchas libertades de expresión), A History
of Violence reúne todos los elementos que contiene una historia. Un guión muy
bien armado, trabaja adecuadamente el in crescendo, y la tensión está bien
lograda. Todo en un lapso de 95 minutos aproximadamente.
Algo más a resaltar es el gran diseño de sonido. Si las
imágenes crudas no son lo suficiente para impactar al espectador, la edición de
sonido se encarga de terminar el trabajo. Disparos ensordecedores, fractura de
huesos, golpes letales entre otros cobran mayor sorpresa gracias al buen
trabajo de los sonidistas.
Star Wars: Episodio IV Una nueva esperanza
Podríamos decir que George Lucas cambió la ciencia ficción
tal cual como la conocemos con La guerra de las galaxias; si bien los efectos
especiales deslumbraron los ojos de los espectadores en su momento, la realidad
es que esta película nos dio una cátedra de cómo narrar una historia épica.
Una nueva esperanza es el ejemplo claro del viaje del héroe, una estructura que
sirve como paradigma para contar la travesía de un personaje, común y
corriente, y convertirlo en una leyenda.
Esquema del viaje del héroe
El episodio IV nos recuerda que, no importa el despliegue
visual que atraiga hoy en día, una buena historia la base fundamental de una
película.
Deux Jeurs, Une Nuit
Una mujer depresiva está a punto de ser despedida de su
trabajo, solo tiene un fin de semana para contactar a sus compañeros y
convencerlos de que voten en contra cuando tengan que escoger entre ganar una
bonificación o la conservación de su puesto.
Sí, esa es la historia, muy simple, ¿no? Pues, si Star Wars
demostró que no hay necesidad de ser una lluvia de los último en avances
tecnológicos, Deux Jeurs, Une Nuit es la muestra que no se necesita de una
historia compleja y llena de adrenalina para conectar con el público.
Se trata de una situación tan simple pero tan emotiva que
logra crear simpatía y lastima con el
público.
Películas para aprender sobre cine hay al por mayor. Si bien
es importante tener la teoría clara, la mejor forma de refrescarla es con
ejemplos filmográficos. Y ustedes, ¿qué películas sienten que les han enseñado?
¡Compártelo con nosotros!






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